Creando pasión con emociones: emociónate
Las emociones pertenecen al cuerpo y los sentimientos a la mente, son dos asuntos diferentes, relacionados pero diferentes.
Cuando te sientes bien, tranquil@, en un estado de placer y plenitud, nada de esto nos asalta la mente. Ahora bien, cuando tenemos miedo, estamos tristes, incluso enfadados o en conflicto con nosotros mismos. Si alguno de estos sentimientos dura el tiempo suficiente, se crea esa falta de armonía en nosotros que nos dice que algo no va bien. Eso que no va bien en algún momento determinado de nuestras vidas, se llama pasión, una emoción que surje de muy adentro de nosotros mismos, reside en nuestra química y difícilmente controlaremos desde dentro nuestro.
¿Cómo podemos controlar esa emoción?, hay dos formas de redirigir la pasión cuando algo va mal.
La primera forma es la más racional, la más difícil, la que más requiere de una gran fuerza de voluntad, que no siempre se tiene. Simplemente consiste en decir NO, y por encima de todo, eres constante y te alejas de aquello que no te gusta, que te perturba, o que no te proporciona lo que quieres.
Después está la postura más humana, más realista, que más utilizamos, comprensiva con nuestras debilidades. Consiste en contrarrestar la emoción negativa que sufrimos, con una emoción igualmente intensa pero positiva. Como dijo Damasio: «La única manera de escaparse de una emoción negativa consiste en emocionarse de nuevo con otra de la misma intensidad pero de signo contrario». Así nos adaptamos al día a día, sustituyendo algo negativo por algo positivo, es algo así como parchear nuestro neumático que es la vida para que siga rodando.
Emociónate: cierra los ojos, siente, respira, abraza, ríe, calla, observa, calla de nuevo, siente, nadie importa más que tú y que ahora.
«El origen de nuestra tristeza no es el odio a los demás o de los demás, sino el desprecio a nosotros mismos» E.Punset.
Puede que también te interese...
- Emociones y lateralidad cerebral
- El Lobo de Wall Street